¡ CÓMO NOS ENGAÑAN ! (ATHLETIC CLUB)

Enhorabuena, Sr. Fernández (Fonorte, Irurbentia, Afer...) Ya se ha hecho con el Kaiku (Por ello le obligó a Korta a ir al Palacio Euskalduna a posar con su socio-empleado García Macua).
También ha logrado la esponsorización del Bilbo Basket. Y, como colofón, ha hecho realidad uno de los sueños más añorados de uno de sus pupilos o socios o empleados o... llámenle como se quiera.

Voy a empezar a coger apuestas (de cañas...eh! que yo no manejo tanto dinero como Vd. y menos de adjudicaciones públicas de esas que pagamos a escote) a que puede ser Irurbentia o Fonorte o algo similar en lo que consista la esponsorización de la camiseta del Athetic Club (legítimamente aprobada en Asamblea General por los socios-compromisarios).

Su socio-empleado, Sr. García Macua sólo se limitó a pasar por delante de las cámaras de los MM. de Comunicación un acuerdo de partes (notarial) en el que se desvinculaba de Fonorte, S.A. sin decir nada del resto de Sociedades que conforman su grupo empresarial constructor.

Este es un detalle que a muchos no se nos pasa por alto y que seguiremos con especial atención.

De entrada, una de las premisas electorales de García era que disponía de un Director Deportivo para el Athletic y hoy (18/07/07) dice que no tiene ninguna intención de efectuar dicha promesa.

Seis días para desdecirse de algo me parece un corto espacio de tiempo. Luego, seguramente, dirá que el no dijo nada de Sociedades Anónimas Deportivas, y. así... hasta que descubramos que -igual- hasta no se llama Fernando.

Esto me recuerda a Rajoy cuando va a Ibiza para comprobar el vertido del buque D. Pedro cuando es el principal artífice de la catástrofe del "Prestige".

Y... es que, entre Rajoy, el constructor Fernández, García M., Vocento y Bergareche y toda esa "truppe" no hay mayor distancia que la que hay: NINGUNA.

De todos modos, como es habitual (hasta en política) le otorgaré 100 días para que realice sus primeras gestiones, prometiéndole que, en ese espacio de tiempo, no volveré a criticarle. De hecho, este comentario iba más bien dirigido a su mentor que al propio Fernando GARCÍA MACUA.

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